Ventajas de la calefacción individual

  Cuando compramos una casa o hacemos una reforma, uno de los aspectos a tener en cuenta es el tipo de calefacción con el que vamos a contar. Existen varios factores por los que podemos decantarnos o bien por un sistema de calefacción individual o por un sistema comunitario. A continuación os mostramos las ventajas que ofrece la calefacción individual. La calefacción individual permite calentar las habitaciones que se desea. Si disponemos de cuartos que apenas utilizamos, gastar calefacción en calentarlas es un desperdicio. Gracias a la calefacción individual podemos no encender todos los radiadores, e incluso mediante un termostato se pueden regular a un nivel más bajo. Aunque es cierto que en los sistemas comunitarios también se puede hacer esto, la diferencia es que no dejarías de pagar por consumir menos. En la calefacción individual tan sólo se gasta donde se necesita. En los sistemas de calefacción individual se pueden establecer las horas exactas del día en las que se quiere que funcione y caliente las habitaciones deseadas. Imaginemos que una persona trabaje por la mañana, y está en su casa por la tarde: no tiene por qué  desperdiciar la calefacción en las horas en las que no esté. No todo el mundo tiene los mismos horarios y en una comunidad es difícil que estos se ajusten. Gracias a la calefacción individual podemos pagar únicamente por lo que se gasta, adaptando el consumo totalmente a nuestras necesidades. La calefacción individual es perfecta para aquellas personas que pasan mucho tiempo fuera de casa, bien porque viajan con frecuencia o sea su segunda residencia. También para aquellas personas que posean una vivienda deshabitada, puesto que alcanzará una temperatura agradable sin que nadie la aproveche. Los arrendadores de pisos se ven también beneficiados con los sistemas de calefacción individual, puesto que de esta manera dejan a los inquilinos que paguen lo que consumen y fijar un precio fijo al alquiler. De esta manera, no se pagará calefacción durante el tiempo que permanezca sin alquilar.