La importancia de la regulación de la caldera
La regulación de la caldera es fundamental para muchos aspectos de confort y ahorro en nuestro hogar. Tanto para que el consumo no sea más del necesario como para que la temperatura de la calefacción en cada estancia sea la correcta. Existen muchos sistemas para regular que el calentador aporte la temperatura necesaria al sistema, ni más, ni menos.
Cuando se trata de decidirse por la instalación de la caldera es preferible la instalación de aparatos con modulación automática de la llama, que permiten minimizar los arranques y paradas, ahorrando energía, ya que adecuan el aporte de calor a las necesidades, al controlar la potencia térmica aportada. Y es que según algunos estudios, cada grado innecesario en nuestro sistema provoca entre un 6% y un 7% más.
Ya explicamos anteriormente en este blog la importancia de instalar un termostato, además en obra nueva el RITE obliga a instalar termostatos modulables en la habitación más utilizada de la casa. Aunque si se puede permitir lo ideal pueden ser algunos nuevos sistemas regulables o de domótica que permiten controlar a la perfección la temperatura en cada radiador y cada habitación del a casa.
En cuanto a las temperaturas lo ideal para el confort (aunque estas medidas suelen ser subjetivas) debería estar entre los 19 y los 21 grados centígrados, mientras que las habitaciones donde vamos a dormir por la noche podría bastar con temperaturas entre 15 y 17 grados.
Como también hemos mencionado en algún post, en el caso de las vacaciones o largos periodos de ausencia en el hogar es recomendable apagar por completo la calefacción y la caldera. Aunque, ojo, si hay riesgo de que hiele es importante vaciar completamente de agua el sistema para no provocar averías.
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