Una forma estupenda para conseguir que se produzca una reducción en la demanda energética de las viviendas mediante la calefacción es instalar válvulas termostáticas en los radiadores del edificio. Y por consiguiente, conseguir un descenso en la factura energética.
Este tipo de válvulas dan la opción de regular la temperatura de los radiadores para así poder conseguir el calor adecuado para cada tipo de estancia y cada tipo de necesidad.
Esta medida, que por lo general no debería de presentar ningún tipo de dificultad, alterará el funcionamiento con el que originariamente se diseñó la instalación de calefacción central.
Es decir, que de tener una instalación de calefacción central que trabaja con un caudal constante pasaremos a una instalación de caudal variable. En este contexto, para que el conjunto de la instalación funcione de forma correcta, es básico realizar un adecuado equilibrado hidráulico que asegure el mismo caudal de agua en todo el sistema de distribución de la instalación de calefacción central.
Pero hay que estar muy pendiente, puesto que un mal equilibrado hidráulico podría ocasionar algunos problemas, como por ejemplo:
Falta de caudal en radiadores y descenso en la emisión calorífica.
Ruidos en los radiadores por exceso de caudal.
Una regulación negativa de la temperatura en el local por falta de autoridad de la llave.
SERVICIO TÉCNICO OFICIAL
