Ya estamos de nuevo aquí con la continuación sobre la historia de la calefacción que publicamos la semana pasada.
Por su parte, en la época romana se usaba la chimenea hogar, como sistema de calefacción de las viviendas. Probablemente, las chimeneas hogar surgieron en las latitudes más septentrionales, donde la necesidad de calefacción era mayor. Además también se usaban braseros muebles.
Por distintos motivos la calefacción no formaría parte de la arquitectura hasta el siglo XI. y aunque la chimenea mejoró técnicamente con el paso del tiempo, nunca fue un sistema de calefacción totalmente eficaz.
Posteriormente, una de las mejoras más importantes fue la creación de la estufa, ya que el hogar quedaba cerrado, y protegiendo; lo más importante es que contaba con un sistema para regular la entrada de aire de combustión. Gracias a la estufa se produjo un incremento del rendimiento frente a la chimenea hogar.
Ya en 1619 apareció la primera obra completa que detallaba todo sobre las estufas, publicado por Franz Kessler. Este trabajo describe los principios de la calefacción usada en Alemania, donde se puede comprobar que su evolución fue mínimo hasta el siglo XIX.
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