Con la llegada del invierno es muy importante que revisemos nuestra caldera realizando un mantenimiento preventivo. Para poder asegurarte de que tendrás el máximo rendimiento y máxima seguridad, menor gasto de combustibles y menor probabilidad de sufrir una avería en esta temporada, donde es tan importante que esté a punto.
¿Cuándo es más necesario realizar estas revisiones?
- Las calderas instaladas en zonas en las que la temperatura pueda alcanzar valores bajo cero y que permanezcan inactivas durante una temporada: los circuitos cerrados de calefacción deben protegerse con anticongelante o dotar a las instalaciones de elementos que permitan encendidos cortos cuando el riesgo de congelación sea posible.
- Las calderas murales: estas llevan incorporado un termostato antihielo en su interior. Por ello, es normal que en las calderas instaladas en exteriores y terrazas se active la calefacción cuando la temperatura desciende a pocos grados aunque en el termostato ambiente no se demande temperatura.
- Las calderas instaladas en el exterior y que estén expuestas a la lluvia: protéjala, evitará costosas averías.
- Si tiene la sensación de que la temperatura del agua caliente ha descendido: esto no es así, lo que sucede es que en épocas de frío es más frecuente utilizar agua a mayor temperatura. Por ello, es necesario reducir el caudal en el propio punto de consumo (grifos) para conseguir elevarla.